El primer trabajo del líder es inspirar confianza, el segundo es extenderla.

Inspirar confianza es uno de los mayores retos de un líder y es clave para la transformación cultural. Se necesita trabajar a profundidad, con plena convicción y pasión para lograrlo. Las organizaciones que se enfocan en construir un ambiente de alta confianza son las que desarrollan integralmente a sus líderes, en los ámbitos personal y profesional.

Ahora bien, para que un líder logre inspirar confianza, es fundamental que identifique sus fortalezas y sus áreas de oportunidad y que trabaje en ellas.


El ser humano está integrado por emociones, anhelos, habilidades, virtudes y comportamientos que influyen en la conexión con sus colaboradores, e impactan en la creación del clima. Si logramos alinear todas estas características con la cultura de la organización misión, visión y valores, estaremos caminando a paso firme hacia la trasformación cultural.


Para lograr esta trasformación se necesita tener muy claro el medio por el cual se llevará a cabo la evaluación e identificación de las competencias del líder, así como la influencia que ejerce sobre su equipo y el impacto que tiene en la organización.

Líderes con un desarrollo personal para la construcción de confianza

De manera personal y comprometida, el líder comienza a desarrollar las competencias que le permitirán crecer como persona y crear vínculos estrechos al momento de trabajar con su equipo. El líder logra que sus colaboradores depositen su confianza en él cuando:

  • Perciben cualidades y habilidades como reputación, calidad, experiencia y conocimientos en áreas específicas para brindar apoyo, un producto o servicio (competencia)
  • Identifican un comportamiento apegado a principios éticos, congruencia entre lo expresado y lo actuado, veracidad, justicia, equidad e imparcialidad (integridad)
  • Reconocen una intención positiva, interés genuino por el bien común, sin tomar ventaja ante la vulnerabilidad de quien deposita la confianza (benevolencia)
  • Comprueban que intercambia información significativa para la relación y promueve la retroalimentación objetiva y constructiva (apertura)
  • Observan que valora el cumplimiento de compromisos (credibilidad)

La confianza es uno de los pilares de la cultura organizacional y del liderazgo. En las organizaciones donde hay alta confianza los colaboradores presentan 74% menos estrés, 106% más energía hacia el trabajo, 50%, más productividad, 13% menos días de incapacidad por enfermedad, 76% mayor compromiso, 29% más satisfacción con su vida y 40% menos de agotamiento, en comparación con las empresas de baja confianza.



Una organización comprometida en construir una cultura de alta confianza sabe que, valga la redundancia, la confianza afecta al costo, la velocidad y la forma de hacer negocios e impacta directamente en la expansión y las utilidades del negocio.

 

Hay una diferencia muy grande entre los “buenos” lugares para trabajar y los Mejores Lugares para Trabajar. Todos parten de la generación del vínculo de las relaciones que se tienen en todos los niveles de la organización, pero en estos últimos la confianza no es mera climatología emocional, sino la cimentación de una cultura firme que tiene como objetivo crear mejores lugares para trabajar en el mundo y para todos.

En tiempos de crisis, la confianza es fundamental para que las organizaciones se mantengan a flote.

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